Hoy os invitamos a descubrir dos destinos cuyos paisajes no son quizá los más típicos cuando pensamos en una escapada. No todo tiene por qué ser A, B ó C, o lo que es lo mismo: ciudad, playa o montaña. Podemos encontrar la belleza de la naturaleza en todas sus expresiones, y en las propuestas de hoy ésta se expresa de una forma agreste y ruda, casi desértica y asemejándose más a lo que podemos imaginar como paisaje lunar.
Nuestra primera elección es ésta:
Un hotel muy singular junto al Parque Natural de las Bardenas Reales, a 3 km. de Tudela, en la Ribera Navarra.
Los arquitectos encargados del proyecto, pensaron que para poder exaltar la extraña belleza del desierto, lo mejor era integrarse en él, y así lo hicieron. Son numerosos los premios que ha recibido el hotel por su diseño.
El hotel está formado por una serie de cubos dispersos en torno a un patio central, con un bosque de chopos y una piscina.
El hotel dispone también de un magnífico restaurante que cuenta con su propio huerto y que ofrece una cocina tradicional navarra inspirada en la cocina mediterránea y elaborada con productos frescos y de temporada.
El hotel se integra de manera espectacular en el paisaje insólito de las Bardenas. Los suelos de arcillas, yesos y areniscas de este paraje natural han sido erosionados por el agua y por el viento creando formas sorprendentes. ¿No os parece un sitio que merece la pena visitar?
Nos vamos a nuestro segundo destino, ¿estáis preparados? En esta ocasión cogemos un avión rumbo a… Turquía.
Situado en la región de origen volcánico de Capadocia, la propietaria se enamoró de los asentamientos tradicionales excavados en la roca y decidió recuperar uno de ellos para convertirlo en este mágico hotel en Esbelli, distrito de la ciudad de Ürgüp.
Las cuevas excavadas sobre las que se construyó el hotel datan del tiempo de los primeros cristianos, así que las obras de recuperación fueron muy laboriosas para respetar en lo posible la edificación original.
El hotel dispone de sólo 5 habitaciones, cada una distinta a las otras. El arquitecto encargado de la obra, respetó la belleza de las curvas naturales de las paredes, lo que confiere a cada espacio de autenticidad y armonía.
En cuanto a la decoración, la propietaria apostó por un mobiliario vanguardista para destacar así la pureza de las cuevas. Por supuesto, no podían faltar coloristas alfombras originales de la zona dando carácter y contrastando con los muros y la neutralidad de los muebles. Todo ello creando una mezcla rústica y chic.
Como sugerencia para acabar, os proponemos la opción de hacer una excursión en globo aerostático sobrevolando la zona de la Capadocia. Por lo que nos han contado, la experiencia es inolvidable.
No renunciéis a vuestro sueño de pisar la luna, con nuestras propuestas de hoy parecerá que estáis en ella sin tener que esperar a que estos viajes interespaciales sean una realidad…
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